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Cien años de la última Asamblea Nacional Constituyente Centroamericana

  • Daniel Sazo Flores
  • 21 jul 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 9 sept 2021

Hace un siglo, el 20 de julio de 1921, representantes de Guatemala, El Salvador y Honduras iniciaron con las sesiones del organismo que redactó la Constitución Política de la República de Centroamérica


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El Teatro Manuel Bonilla de Tegucigalpa. En este recinto funcionó la Asamblea Nacional Constituyente de Centroamérica. Imagen: criterio.hn

Siete meses después del derrocamiento de Manuel Estrada Cabrera, y atendiendo a la convocatoria de la Oficina Internacional Centroamericana —hecha por iniciativa de El Salvador—, Guatemala envió una delegación para discutir los términos en que podría efectuarse la reunificación política. Esta conferencia dio como resultado el Pacto de Unión de Centroamérica, firmado en San José (Costa Rica), el 19 de enero de 1921.


El acuerdo fue suscrito por representantes de los cinco Estados, pero solo se ratificó en el norte. Pese a la aprobación del presidente Julio Acosta García, la Asamblea Legislativa de Costa Rica desechó la propuesta el 21 de junio de ese año; fueron diecinueve votos a favor y veinte en contra, se requerían veintiséis para lograr la adhesión.


Nicaragua tampoco dio el visto bueno por la negativa de los otros Estados al reconocimiento del tratado Bryan-Chamorro, concesión perpetua que se hizo a Estados Unidos para la construcción de un canal interoceánico.


Según lo estipulado en el Pacto, los congresos de los estados debían elegir a los delegados del Consejo Provisional y a los diputados de la Asamblea Nacional Constituyente.


De esa cuenta, el Consejo Federal Provisional (cuerpo colegiado con funciones ejecutivas) se reunió en la capital hondureña, el 13 de junio de 1921, con tres representantes:


  • Por Guatemala: José Vicente Martínez, presidente.

  • Por Honduras: Dionisio Gutiérrez, vicepresidente.

  • Por El Salvador: Francisco Martínez Suárez, secretario.


La Asamblea entró en funciones el miércoles 20 de julio de 1921 en el Teatro Manuel Bonilla, Tegucigalpa. Como Nicaragua y Costa Rica declinaron su participación, se compuso únicamente por cuarenta y cinco representantes, quince por estado. La Constitución sería decretada el 9 de septiembre por 42 diputados: 15 de Guatemala, 14 de Honduras y 13 de El Salvador. Entre sus miembros podemos encontrar a algunos personajes destacados de la época:

  • Salvador Mendieta, escritor nicaragüense y fundador del Partido Unionista Centroamericano (PUCA). Diputado por Guatemala.

  • Manuel Castro Ramírez, jurista, internacionalista e historiador salvadoreño. ExMagistrado de la Corte Centroamericana de Justicia y presidente de la Academia Salvadoreña de la Historia. Diputado por El Salvador.

  • Filadelfo J. Fuentes. Escritor, uno de los fundadores de los Juegos Florales de Quetzaltenango. Diputado por Guatemala.

  • J. Ángel Zúñiga Huete. Uno de los biógrafos más importantes de Francisco Morazán, exiliado en México por su oposición a la dictadura de Tiburcio Carías Andino. Diputado por Honduras.

  • Policarpo Bonilla, jurista y expresidente hondureño, fundador del Partido Liberal de Honduras. Diputado por Honduras y Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.


La importancia de esta Asamblea radica en la inclusión de reformas sociales, consideradas progresistas para la época: jornada laboral de ocho horas, el voto femenino (desechado tras la ruptura del pacto de unión), protección y reglamentación especial para el trabajo de menores de catorce años, entre otras.


El día de la inauguración

La sesión inicial contó con dos discursos, el del presidente del Consejo Federal Provisional, José Vicente Martínez (guatemalteco), y el de Policarpo Bonilla (hondureño), quien fue designado para presidir la Asamblea.


Ambos recalcaron lo ruinoso que resultó la fragmentación del país y la necesidad de reconstruir la unidad mediante sólidas bases democráticas. Bonilla, además, recordó la responsabilidad asumida por los constituyentes «pues grande sería también, para todos, la vergüenza si una vez más fracasara el ideal del patriotismo centroamericano». Aquí algunas frases pronunciadas ese día:


José Vicente Martínez:

«República democrática y representativa; tripartición clásica de poderes, con el Ejecutivo colegiado que aleje todos los intentos de preponderancia; el Legislativo con sus dos cámaras, que representen todos los intereses, y el Judicial que dirima todos los litigios de las entidades locales, reconocimiento de las libertades públicas, inviolabilidad de la vida humana por delitos políticos o conexos; igualdad ante la ley, protección y ayuda a las clases desvalidas [...] transformación de los ejércitos actuales en un ejército exclusivamente federal, reducido a lo indispensable para la defensa de la Patria y el mantenimiento de la paz y el orden públicos; enseñanza libre y fundación de una gran universidad, con orientaciones prácticas hacia el bien común y el progreso en todas las esferas de la cultura...»


Policarpo Bonilla:

«La América Central estuvo unida durante cerca de trescientos años, con el nombre de reino de Guatemala, y unida continuó por dos décadas después de su independencia, hasta que la ambición del poder absoluto de los gobernantes y caudillos de varios estados rompió la Federación. Restablecer la Patria de nuestros mayores es el más imperioso deber que han debido imponerse las sucesivas generaciones; pero es más imperioso aun para la presente, porque no podemos celebrar de otra manera digna el Centenario de la Independencia. Si dejamos pasar esta ocasión, debemos creer que sería preciso esperar el vencimiento del segundo centenario para que Centroamérica pudiese aparecer unida ante el mundo...»

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Francisco Lima (salvadoreño), José Matos (guatemalteco) y Vicente Colindres (hondureño), diputados de la Asamblea Constituyente. Washington D.C., 28 nov. 1921. Imagen: Filatelia de El Salvador.

Fuentes:


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